Muchas mujeres en peri y menopausia comparten experiencias como estas:
- Sientes un chispazo o “corrientazo” repentino en la cabeza.
- Puede ser como una descarga breve, fuerte y desconcertante.
- A veces aparece justo antes de un sofoco o sudoración nocturna.
- Puede repetirse varias veces al día o en la noche, sin previo aviso.
- Dura segundos, pero deja sensación de alerta o susto.
Esto es algo real, no te lo estás imaginando. En la peri y la menopausia, las caídas de estrógeno afectan la conducción eléctrica de las neuronas y la regulación del sistema nervioso. Por eso se producen estas sensaciones extrañas, que parecen “microdescargas” internas.
¿Y en qué se diferencia de otros problemas?
- En la epilepsia u otros trastornos neurológicos, las descargas van acompañadas de convulsiones, pérdida de conciencia o síntomas más graves.
- En la abstinencia de ciertos medicamentos, como antidepresivos (ISRS, IRSN como fluoxetina, sertralina, venlafaxina), ansiolíticos o hipnóticos, muchas personas sienten “brain zaps”, descargas eléctricas en la cabeza que suelen acompañarse de mareo, visión borrosa o sensación de “desconexión”.
- En la peri y menopausia, en cambio, las descargas eléctricas suelen ser aisladas, rápidas, sin pérdida de conocimiento, y muchas veces ligadas a bochornos o cambios hormonales.
Hormonas y las descargas eléctricas: cómo se relaciona cada una
- Estrógeno → Bajo = altera la comunicación neuronal y la transmisión eléctrica.
- Progesterona → Bajo = menos efecto calmante sobre el cerebro.
- Testosterona → Bajo = menor estabilidad en el sistema nervioso central.
- Cortisol (estrés) → Alto = aumenta la excitabilidad neuronal.
- Tiroides → Desajustes generan síntomas neurológicos como hormigueos o chispazos.
- Insulina → Alterada = más inflamación y desbalance en la energía cerebral.
Cuando estrógeno y progesterona se estabilizan (y se acompaña de un buen manejo de otras hormonas), la actividad eléctrica cerebral se regula y las descargas suelen desaparecer.
Pilares de la salud para apoyar tu sistema nervioso y cerebral
Alimentación: antiinflamatoria, rica en antioxidantes, omega-3 y proteína de calidad.
Movimiento: ejercicio de fuerza y caminatas para mejorar circulación y oxigenación cerebral.
Sueño: descanso suficiente y horarios regulares para restaurar el sistema nervioso.
Estrés: meditación, respiración y pausas conscientes para calmar la mente.
Conexión: compartir experiencias, buscar acompañamiento y sentir apoyo.
Qué puedes hacer si te pasa:
- Registra cuándo aparecen las descargas y si se relacionan con bochornos o insomnio.
- Evita cafeína, alcohol y ultraprocesados que irritan al sistema nervioso.
- Hazte chequeos hormonales y neurológicos para descartar otras causas.
- Consulta a un especialista realmente capacitado y actualizado en salud hormonal. No te conformes ni te aguantes: tu cuerpo necesita atención.
- La TRHB (terapia de reemplazo hormonal bioidéntica) puede ayudarte a equilibrar no solo este síntoma, sino también a proteger tu corazón, cerebro, huesos y vida sexual a largo plazo.