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2. Tinnitus

Tinnitus (zumbido en los oídos): ese pitido, zumbido o murmullo interno que escuchas aunque afuera haya silencio.

Ejemplos que quizá te resulten familiares:

  • Ese “piiii” que se intensifica en la noche o en silencio.
  • Zumbidos que empeoran con el estrés, la falta de sueño o ciertos alimentos.
  • Ruidos que no se quitan al taparte los oídos porque vienen desde adentro.
  • Dificultad para concentrarte porque el sonido es constante.

En perimenopausia y menopausia es más común de lo que se habla. ¿Por qué?

  • La caída de estrógenos y progesterona afecta la microcirculación del oído interno y la transmisión nerviosa.
  • El sistema nervioso se vuelve más sensible y reactivo a los cambios hormonales.
  • El tinnitus se asocia a otros síntomas frecuentes: mareos, insomnio, palpitaciones, ansiedad.
  • Algunos medicamentos (ansiolíticos, antidepresivos, antiinflamatorios) pueden empeorarlo.
  • Como explican autoras como Maria Claps en The Great Menopause Myth, la perimenopausia no se trata solo de ciclos irregulares: también impacta cerebro, nervios, circulación y sentidos.
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Recuerda: la perimenopausia puede comenzar desde los 30s. No dejes que un médico te diga que estás “muy joven” o que “no tiene nada que ver con tus hormonas”. Ese gaslighting es común y retrasa diagnósticos. Tus síntomas son reales y merecen atención.

Estrategias prácticas si tienes tinnitus:

  • Evita cafeína, alcohol y exceso de azúcar.
  • Mantén buena hidratación y niveles estables de glucosa en sangre.
  • Cuida tu higiene del sueño: el descanso regula el sistema nervioso.
  • Usa técnicas de relajación o sonidos blancos para disminuir la percepción del zumbido.
  • Hazte una revisión médica integral: oído, tiroides, circulación y hormonas.
  • Considera la TRH (terapia de reemplazo hormonal) con un médico actualizado: muchas mujeres reportan mejoría al equilibrar sus hormonas.
  • Suplementos que pueden apoyar (con supervisión médica): magnesio, complejo B, omega-3.

Y no olvidemos los pilares de la salud, que siempre son la base:

  1. Nutrición balanceada (proteínas de calidad, vegetales, grasas saludables).
  2. Movimiento diario (caminar, fuerza, flexibilidad).
  3. Sueño reparador (7–9 horas, rutina constante).
  4. Manejo del estrés (respiración, meditación, pausas conscientes).
  5. Conexión social y emocional (hablar, compartir, pertenecer).

¿Qué pasa si no se atiende el tinnitus?

Puede volverse crónico, afectar la memoria y la concentración, generar más ansiedad, aumentar el insomnio y, en algunos casos, deteriorar la audición. Entre más tiempo se deje sin atender, más difícil puede ser revertirlo.