3. Olores fantasmas

3. Olores fantasmas

Muchas mujeres en peri y menopausia comparten experiencias como estas:

  • De repente hueles humo o gas, pero nadie más lo percibe.
  • Te llega un olor fuerte a perfume, comida o químicos… y no hay nada cerca.
  • Aparece y desaparece sin explicación.
  • A veces se intensifica con el cansancio, el estrés o los cambios hormonales.

Puede durar segundos… ¡o incluso días! y es muy desconcertante.

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Este síntoma tiene una base real: en la peri y la menopausia, nuestras hormonas fluctúan y eso impacta el sistema nervioso y el sentido del olfato. El resultado son estos “olores fantasmas”, que pueden sentirse muy reales aunque no haya una fuente externa.

¿Y en qué se diferencia del COVID?

Durante el COVID muchas personas perdieron totalmente el olfato o lo sintieron distorsionado (ej: café con olor desagradable, comida que sabía a químicos). En la peri y menopausia es diferente: aquí los olores aparecen de la nada, sin estímulo real, y se relacionan más con los cambios hormonales que con una infección.

Hormonas y olores fantasmas: cómo se relaciona cada una

  1. Estrógeno → Cuando baja bruscamente, el cerebro puede “inventar” olores.
  2. Progesterona → Es como un freno natural. Si falta, se intensifican las sensaciones raras.
  3. Testosterona → Muy bajita cambia la sensibilidad del olfato.
  4. Cortisol (estrés) → Alto = cerebro en alerta, aparecen olores de “peligro” aunque no existan.
  5. Tiroides → Si se desajusta, el olfato también se distorsiona.
  6. Insulina → Desbalance = más inflamación y alteración en cómo percibimos olores y sabores.
  7. Histamina → Estrógeno inestable = nariz más reactiva y olores extraños.
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Cuando estrógeno y progesterona se estabilizan (y las demás hormonas acompañan), el sistema nervioso se calma y estos episodios suelen mejorar o desaparecer.

Pilares de la salud para apoyar tu sistema nervioso y olfativo

  • Alimentación: proteína, verduras y grasas saludables.
  • Movimiento: caminar y hacer ejercicio de fuerza.
  • Sueño: horarios regulares y buena higiene del descanso.
  • Estrés: combinar respiración, meditación y espacios de calma con terapia psicológica regular, que brinda herramientas para manejar la ansiedad, procesar emociones y sostener el equilibrio mental en esta etapa.
  • Conexión: hablar de lo que sentimos, compartir y reír juntas.

Qué puedes hacer si te pasa:

  • Registra en qué momentos ocurre y cuánto dura.
  • Haz enjuagues nasales con agua salina.
  • Cuida tu descanso: el agotamiento lo empeora.
  • Reduce alcohol, cafeína y ultraprocesados.
  • Consulta a un médico que sepa de hormonas: la TRHB (terapia de reemplazo hormonal bioidéntica) ayuda a equilibrar no solo este síntoma, sino también a proteger huesos, corazón, cerebro y vida sexual a largo plazo.