Muchas mujeres en esta etapa notan que les cuesta respirar profundo, sienten “opresión” en el pecho o episodios repentinos de falta de aire. A veces aparece en reposo, otras durante el ejercicio o incluso en la noche. Puede confundirse con ansiedad o problemas cardíacos, pero también es un síntoma común de la transición menopáusica.
Los síntomas más comunes incluyen:
- Sensación de no poder llenar bien los pulmones.
- Opresión o peso en el pecho.
- Episodios de respiración entrecortada.
- Falta de aire que se acompaña de palpitaciones o mareo.
Estos cambios no son “normales por la edad”. Son consecuencia directa de las fluctuaciones hormonales y deben ser revisados médicamente para descartar otras causas.
¿Por qué ocurre?
Estrógeno (estradiol): ayuda a mantener la elasticidad de vasos sanguíneos y la regulación del sistema nervioso. Su descenso puede generar sensación de falta de aire, opresión y taquicardia.
Progesterona: actúa como modulador de la respiración; su baja provoca respiración superficial y sensación de ahogo.
Testosterona y cortisol: influyen en la fuerza muscular y el manejo del estrés; cuando no están en equilibrio, los síntomas respiratorios se intensifican.
El error del mal diagnóstico
Muchas veces se confunde con ataques de pánico, asma o incluso con problemas cardíacos graves. El error está en no evaluar la salud hormonal como posible causa de fondo.
Lo que no funciona
- Ignorar el síntoma sin revisar hormonas.
- Usar remedios caseros sin base científica.
- Tratarlo con antidepresivos o ansiolíticos como Tafil: pueden causar más problemas, dependencia y efectos secundarios, sin corregir el origen hormonal.
- Normalizar la falta de aire como “estrés” o “nervios”.
¿Qué pasa si no se atiende?
Dejar este síntoma sin un abordaje adecuado puede:
Aumentar la ansiedad y el miedo a tener un evento cardíaco.
Generar fatiga crónica y limitar la actividad física.
Elevar el riesgo cardiovascular, ya que la deficiencia hormonal también impacta en el corazón y vasos sanguíneos.
Afectar la calidad de vida y provocar aislamiento social o miedo a salir sola.
Terapias modernas
- La falta de aire en la peri y menopausia responde bien a un abordaje integral:
- Hormonas bioidénticas (Oestrogel, Progesterona micronizada, Lenzetto) en casos indicados.
- Vitamina D3 en dosis personalizadas, alcanzando siempre niveles óptimos de 70–90 ng/mL.
- Omega 3, que ayuda a reducir inflamación sistémica.
- Ejercicio de fuerza y respiración consciente para mejorar la capacidad pulmonar y reducir ansiedad.
- El abordaje correcto
- Terapia hormonal personalizada.
- Alimentación antiinflamatoria rica en vegetales, proteínas y grasas saludables.
- Ejercicio regular, con énfasis en fuerza y caminatas conscientes.
- Reducción de cafeína, alcohol y tabaco.
- Apoyo emocional y técnicas de manejo del estrés (mindfulness, respiración diafragmática).
- Evaluación cardiológica y pulmonar cuando sea necesario.
- Medición de vitamina D y suplementación para lograr rango óptimo.
Conclusión
La falta de aire en la peri y menopausia no es solo “ansiedad” ni “nervios”. Es un síntoma real, ligado al declive hormonal, que merece atención integral. Con hormonas bioidénticas, vitamina D en rango óptimo, nutrición y técnicas de autocuidado, es posible recuperar la calma, la respiración y la calidad de vida.