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5. Alergias nuevas o intensificadas

¿Sabías que durante la transición menopáusica algunas mujeres comienzan a presentar alergias que nunca habían tenido o notan que las que ya tenían se vuelven más intensas?

Esto se debe a los cambios hormonales, que influyen directamente en el sistema inmune y en la forma en que el cuerpo reacciona a los alérgenos.

Síntomas más comunes

  • Estornudos, congestión o rinitis más frecuentes.
  • Brotes de urticaria o comezón en la piel.
  • Mayor sensibilidad a alimentos, medicamentos o químicos.
  • Reacciones más intensas a polvo, polen o mascotas.
  • Asma que se activa o empeora.

Estos cambios no son “normales por la edad”. Son consecuencia de la caída hormonal y del impacto en el sistema inmunológico.

¿Por qué ocurre?

Estrógeno: al descender, disminuye su efecto regulador sobre el sistema inmune, favoreciendo respuestas exageradas.

Progesterona: su baja reduce la acción antiinflamatoria natural.

Testosterona: al declinar, se pierde parte del efecto protector frente a la inflamación.

Cortisol: cuando está elevado por estrés crónico, debilita la tolerancia inmunológica y agrava alergias.

El error del mal diagnóstico

Se suelen tratar solo como “estrés”, “resfriados frecuentes” o “piel sensible” sin relacionarlo con el trasfondo hormonal.

Lo que no funciona

Automedicarse con antihistamínicos o corticoides sin supervisión.

Normalizar los síntomas como “achaques de la edad”.

Ignorar la relación entre hormonas e inmunidad.

¿Qué pasa si no se atiende?

  • Puede generar reacciones cada vez más severas.
  • Afecta la calidad del sueño y la energía diaria.
  • Aumenta el riesgo de problemas respiratorios y cutáneos crónicos.
  • Eleva la inflamación sistémica y el malestar general.

Terapias modernas

  • Terapia hormonal bioidéntica cuando está indicada, para restaurar equilibrio inmunológico.
  • Vitamina D3 en niveles óptimos (70–90 ng/mL) para modular defensas.
  • Omega 3 como antiinflamatorio natural.
  • Probióticos y alimentación antiinflamatoria.
  • Evaluación con alergólogo e inmunólogo cuando es necesario.

El abordaje correcto

  • Terapia hormonal personalizada.
  • Alimentación rica en nutrientes y baja en ultraprocesados.
  • Ejercicio regular y consciente.
  • Técnicas de manejo del estrés (respiración, meditación, mindfulness).
  • Suplementación adecuada (Vitamina D, Omega 3, probióticos).

Conclusión

Las alergias en la peri y menopausia no son un simple capricho del cuerpo ni algo inevitable. Están ligadas al declive hormonal y requieren un abordaje integral que combine revisión médica, equilibrio hormonal y cambios de estilo de vida.

Dato interesante: el estrógeno ayuda a mantener la integridad de mucosas y piel, por eso su descenso puede abrir la puerta a más reacciones alérgicas.