¿Sabías que durante la transición menopáusica algunas mujeres comienzan a presentar alergias que nunca habían tenido o notan que las que ya tenían se vuelven más intensas?
Esto se debe a los cambios hormonales, que influyen directamente en el sistema inmune y en la forma en que el cuerpo reacciona a los alérgenos.
Síntomas más comunes
- Estornudos, congestión o rinitis más frecuentes.
- Brotes de urticaria o comezón en la piel.
- Mayor sensibilidad a alimentos, medicamentos o químicos.
- Reacciones más intensas a polvo, polen o mascotas.
- Asma que se activa o empeora.
Estos cambios no son “normales por la edad”. Son consecuencia de la caída hormonal y del impacto en el sistema inmunológico.
¿Por qué ocurre?
Estrógeno: al descender, disminuye su efecto regulador sobre el sistema inmune, favoreciendo respuestas exageradas.
Progesterona: su baja reduce la acción antiinflamatoria natural.
Testosterona: al declinar, se pierde parte del efecto protector frente a la inflamación.
Cortisol: cuando está elevado por estrés crónico, debilita la tolerancia inmunológica y agrava alergias.
El error del mal diagnóstico
Se suelen tratar solo como “estrés”, “resfriados frecuentes” o “piel sensible” sin relacionarlo con el trasfondo hormonal.
Lo que no funciona
Automedicarse con antihistamínicos o corticoides sin supervisión.
Normalizar los síntomas como “achaques de la edad”.
Ignorar la relación entre hormonas e inmunidad.
¿Qué pasa si no se atiende?
- Puede generar reacciones cada vez más severas.
- Afecta la calidad del sueño y la energía diaria.
- Aumenta el riesgo de problemas respiratorios y cutáneos crónicos.
- Eleva la inflamación sistémica y el malestar general.
Terapias modernas
- Terapia hormonal bioidéntica cuando está indicada, para restaurar equilibrio inmunológico.
- Vitamina D3 en niveles óptimos (70–90 ng/mL) para modular defensas.
- Omega 3 como antiinflamatorio natural.
- Probióticos y alimentación antiinflamatoria.
- Evaluación con alergólogo e inmunólogo cuando es necesario.
El abordaje correcto
- Terapia hormonal personalizada.
- Alimentación rica en nutrientes y baja en ultraprocesados.
- Ejercicio regular y consciente.
- Técnicas de manejo del estrés (respiración, meditación, mindfulness).
- Suplementación adecuada (Vitamina D, Omega 3, probióticos).
Conclusión
Las alergias en la peri y menopausia no son un simple capricho del cuerpo ni algo inevitable. Están ligadas al declive hormonal y requieren un abordaje integral que combine revisión médica, equilibrio hormonal y cambios de estilo de vida.
Dato interesante: el estrógeno ayuda a mantener la integridad de mucosas y piel, por eso su descenso puede abrir la puerta a más reacciones alérgicas.