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8. Senos hinchados

El tejido mamario es uno de los más sensibles a las variaciones hormonales: contiene receptores de estrógeno, progesterona y testosterona, por eso responde rápidamente a cualquier cambio en estas hormonas.

Durante la perimenopausia, muchas mujeres notan que sus senos se sienten más sensibles, inflamados o doloridos, incluso sin estar cerca del periodo. Este síntoma, aunque común, suele confundirse con un simple “malestar hormonal”, cuando en realidad refleja fluctuaciones importantes de estrógeno y progesterona.

Síntomas más comunes

  • Sensación de pesadez o presión en los senos.
  • Dolor o sensibilidad al tacto.
  • Cambios en la textura o densidad del tejido.
  • Molestias que aparecen o empeoran antes del sangrado (si aún hay ciclo).
  • A veces, ligera inflamación o secreciones benignas.
Estos síntomas no deben normalizarse como “cosas de la edad”: son señales de un desequilibrio hormonal temporal, que puede mejorar con atención integral.

Por qué ocurre

Estrógeno: aumenta la retención de líquidos y el volumen mamario.

Progesterona: al disminuir, deja al estrógeno sin su efecto antiinflamatorio natural.

Prolactina y cortisol: pueden elevarse por estrés y contribuir a la sensibilidad mamaria.

El error del mal diagnóstico

Se suele recetar solo un analgésico o recomendar un sostén más firme, sin revisar el contexto hormonal. Esto retrasa la posibilidad de un tratamiento más eficaz.

Lo que no ayuda

  • Ignorar el síntoma o pensar que “ya pasará”.
  • Usar brassieres o sujetadores con varilla o muy ajustados.
  • Evitar la revisión médica por miedo o incomodidad.

Qué sí ayuda

  • Consulta con un médico capacitado en terapia hormonal bioidéntica.
  • Reduce azúcar, sal y alcohol para evitar retención de líquidos.
  • Mantén movimiento diario y ejercicio de fuerza.
  • Apoya tu dieta con omega 3 y magnesio (si tu médico lo indica).
  • Realiza autoexploración mensual y estudios de imagen según tu edad y antecedentes.

Conclusión

Los senos hinchados en la peri y menopausia son una señal de que tu cuerpo está intentando adaptarse a una nueva etapa hormonal. Escuchar estos mensajes, en lugar de ignorarlos, puede prevenir molestias mayores y mejorar tu bienestar integral.
En diversos estudios se ha observado que las mujeres que practican meditación o técnicas de respiración consciente presentan niveles más estables de prolactina y cortisol, lo que ayuda a reducir la sensibilidad mamaria.