¿Qué es la TRHB?

¿Qué es la TRHB?

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La terapia de reemplazo hormonal bioidéntica es un tratamiento médico cuyo propósito es restablecer los niveles naturales de estrógeno, progesterona y testosterona que van disminuyendo durante la perimenopausia y la menopausia.

¿Por qué se llama bioidéntica?

Se llama “bioidéntica” porque las moléculas que se utilizan son químicamente idénticas a las que produce el cuerpo humano. Esto las diferencia de las hormonas sintéticas, que fueron modificadas en laboratorio para ser patentables y no encajan de forma precisa en los receptores hormonales humanos. Las bioidénticas se elaboran a partir de fuentes naturales como la soya o el ñame silvestre, y el cuerpo las reconoce y utiliza como si fueran propias.

No es una terapia “alternativa” ni “experimental”. La terapia hormonal bioidéntica está reconocida por la ciencia médica y por las autoridades sanitarias en México. De hecho, muchos medicamentos bioidénticos sí están aprobados por la COFEPRIS. Que sean bioidénticos no significa que sean “naturistas” o “sin regulación”. Algunas fórmulas se preparan en farmacias magistrales (farmacias de compounding), donde se ajustan dosis y combinaciones de forma personalizada, pero esto no las vuelve ilegales ni inseguras: se trata simplemente de una personalización del tratamiento.

Ejemplos de medicamentos bioidénticos aprobados y disponibles en México:

Oestrogel, Lenzetto, Estradot, Climara, Divigel → contienen estradiol, idéntico al estrógeno humano.

Utrogestan, Geslutin → contienen progesterona micronizada natural, idéntica a la progesterona ovárica.

Androgel, Testogel, Testim → contienen testosterona bioidéntica.

Ovestin, Drosaggin → contienen estriol, también bioidéntico.

Por el contrario, no son bioidénticos los siguientes medicamentos:

  • Premarin y Prempro, que contienen estrógenos conjugados de origen animal (derivados de orina de yegua).
  • Provera, que contiene medroxiprogesterona, una progestina sintética.
  • Tibolona (Livial), Angeliq, Climene, y Despamen, que combinan progestinas y estrógenos sintéticos.
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Estos productos pertenecen a la generación antigua de terapia hormonal y son los responsables de los efectos adversos descritos en los estudios de los años noventa. Esos datos no aplican a las formulaciones bioidénticas actuales.

Mito:

Otro mito muy extendido es creer que toda la terapia bioidéntica se aplica en pellets. Eso es falso. Los pellets son solo una de muchas presentaciones posibles y no son la opción más recomendable para todas las mujeres, ya que no permiten ajustar dosis ni suspender el tratamiento con facilidad.

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La terapia bioidéntica puede aplicarse como geles, cremas, parches, sprays, cápsulas orales, troches sublinguales o cremas vaginales, según las necesidades individuales.

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La terapia de reemplazo hormonal bioidéntica no pretende detener el envejecimiento, sino devolver al cuerpo la información hormonal que perdió con la disminución natural de los niveles hormonales. Cuando está bien indicada y supervisada por un médico con formación en salud hormonal femenina, alivia síntomas, protege huesos, cerebro y corazón, mejora el sueño, el ánimo y la energía, y ayuda a vivir la transición de la menopausia con mayor bienestar y claridad.

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Ahora bien, no cualquier médico está preparado para ofrecer esta terapia de forma segura y actualizada. No basta con que sea ginecólogo o endocrinólogo: muchos profesionales aún se guían por información antigua o por estudios que se basaban en hormonas sintéticas.

Para recibir un tratamiento adecuado es fundamental acudir con médicos formados en medicina funcional, endocrinología avanzada o salud hormonal femenina con enfoque actualizado en terapia bioidéntica.

Idealmente deben tener capacitación reciente en protocolos internacionales de la North American Menopause Society (NAMS), la International Menopause Society (IMS) o la Endocrine Society.

En México y América Latina, hay cada vez más especialistas que trabajan bajo este enfoque.

En resumen:

La terapia de reemplazo hormonal bioidéntica no es una moda ni una práctica alternativa, sino una herramienta médica respaldada por evidencia científica, segura cuando se indica correctamente y capaz de transformar de manera profunda la calidad de vida de las mujeres que atraviesan la perimenopausia o la menopausia.

Texto de Martha Elisa Castro.